El Corredor Donado-Holmberg es un ejemplo de cómo una ciudad puede recuperar un espacio que había perdido valor por una planificación poco acertada. Este caso invita a reflexionar sobre cómo los lugares degradados pueden transformarse en áreas llenas de vida, donde el foco está en mejorar la calidad de vida urbana para las personas. Donde antes había muros y baldíos, hoy se abrió un corredor con espacios verdes y de usos mixtos que permite caminar, andar en bicicleta y disfrutar del espacio público.
Esta transformación permite analizar cómo, a través de una planificación urbana que prioriza la apertura y la continuidad a nivel de vereda, se pueden generar nuevas formas de encuentro y disfrute cotidiano para los vecinos y para los visitantes del lugar.
A partir de este ejemplo, queremos abrir una conversación sobre las oportunidades que existen en nuestras ciudades para reimaginar los espacios cotidianos y pensar de qué forma queremos habitar nuestras ciudades.
Al analizar el caso comprendemos que este territorio no es homogéneo y encontrarnos con la necesidad de justicia social nos da la posibilidad de pensar en alternativas a una movilidad más eficiente y sostenible.
¿Cómo se plantea un modelo de movilidad que contemple todas estas situaciones?
La incorporación de nuevas infraestructuras de movilidad multimodal permite no solo generar respuestas adaptativas espaciales y funcionales sino también revertir los efectos negativos derivados a nivel social y ambiental. En este sentido, fortalecer la movilidad peatonal y ciclista como ejes estructurantes en relación con un sistema de transporte público eficiente constituyen una estrategia clave para urbanizaciones equitativas, sostenibles y sustentables, particularmente en sectores de alta demanda.